Reforma de Anoeta: la Real ya piensa en su nuevo estadio de fútbol.

El estadio de anoeta de san sebastián ya ha comenzado su reforma. para 2019 la real sociedad tendrá un campo sin pistas de atletismo

Hoy en el blog de Reformas Rober hablamos de una reforma que muchos donostiarras y aficionados de la Real Sociedad llevaban mucho tiempo esperando. La tan deseada reforma de Anoeta por fin ha comenzado y se estima que podría estar finalizada para 2019.

Para ese año los abonados y realistas podrán ver un partido de fútbol más cerca de la grada y los futbolistas de la Real Sociedad podrán sentir los ánimos de los aficionados mucho más cerca. Como en un campo de verdad, algo que varias generaciones de realistas no han podido disfrutar, salvo cuando viajan con la Real a otros campos de la Liga.

Ya era hora de que llegara esta reforma. Porque la Real se merece un campo de verdad, como Atotxa. El campo donde durante tantos años se forjó la filosofía del club y la forma de entender el fútbol de la Real. El espíritu de Atotxa, ese que se fue en 1993 con el traslado a Anoeta, parece que volverá a sentarse en las gradas de Anoeta.

Antes de continuar hablando de la reforma de Anoeta, que hay mucho de qué hablar, te mostramos el vídeo oficial de la reforma. Una maravilla de campo sin pistas de atletismo y con capacidad para 42.000 espectadores.

Para poder hacer la reforma de Anoeta se bajara la cota del césped 2,5 metros. De esta manera las gradas inferiores pueden continuar con su trazado y acercarse hasta el terreno de juego. Los fondos norte y sur se derriban y se acercan a las porterías. En las esquinas cuatro grandes torres servirán como pilares de la nueva cubierta. Disfruta del espectáculo:

 

Una reforma con historia

La reforma del estadio de Anoeta ha dado muchas vueltas. Y no precisamente por su pista de atletismo, ya que ésta apenas ha tenido uso en los 25 años de historia del estado de Anoeta.

A finales de los 90 comenzó su construcción, con el objetivo de que Euskadi pudiera albergar eventos de atletismo. El problema es que esos eventos nunca llegaron…pero el estadio se quedó como estaba. Fue una de las condiciones del Gobierno Vasco para poner dinero en su construcción y el club lo asumió.

El traslado de Atotxa a Anoeta lo asumió el presidente Iñaki Alkiza, que en más de una ocasión declaró que “Cuando íbamos a Atotxa había que rezar por dos cosas: porque la Real ganara y porque el campo no se cayera”. Una frase que refleja a la percepción el estado precario en el que se encontraba Atotxa.

Eso, por no hablar de la capacidad del campo. Se han llegado a reunir en Atotxa más de 16.000 personas… Eran otros tiempos, cuando las medidas de seguridad de los estadios de fútbol no eran tan estrictas. Hoy, si un club admite más aforo del permitido puede recibir grandes multas.

Lo cierto es que unos años antes, ya en 1980, el entonces presidente de la Real Sociedad, José Luis Orbegozo, ya tenía en mente la idea de salir de Atotxa, al ser un campo muy viejo y con unas instalaciones muy precarias.

Con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol España 1982 varios campos de fútbol de la Liga recibieron suculentas ayudas para ser reformados y convertirse en sede del Mundial. Atotxa y Donostia se quedaron fuera, y Orbegozo comenzó buscar alternativas. Era evidente que Atotxa no daba más de sí y había que buscar alternativas. Él lo tenía muy claro: el campo debía estar en Zubieta, cuyos terrenos ya eran propiedad de la Real Sociedad.

Hacemos un inciso para recordar que Atotxa estaba construido sobre terreno municipal y por lo tanto tampoco pertenecía a la Real. El club jugaba en ese campo de prestado desde hacía muchos años, pero sin ser dueño.

Volvemos a Zubieta…Entre los aficionados a la Real Sociedad es muy conocida la anécdota de Orbegozo, cuando aseguró que el campo se haría sí o sí en Zubieta y metió las excavadoras para que comenzaran a realizar su trabajo. Finalmente, por motivos políticos la cosa se quedó como estaba, ya que a San Sebastián no le interesaba en absoluto que el campo de fútbol de la Real Sociedad se marchara de la capital.

 

José Luis Astiazarán, el primero en impulsar la reforma de Anoeta

Desde el año 2000, aproximadamente, en el entorno de la Real se ve la necesidad de quitar las pistas de atletismo para acercar las gradas al terreno de juego.

Tan solo habían pasado 7 años desde la inauguración de Anoeta, pero la lejanía del campo estaba afectando negativamente a la relación entre jugadores y equipo. Ya no había tanta armonía como en Atotxa.

La afición se estaba enfriando. No la afición por la Real, ya que eso siempre se mantiene, pero sí la intensidad y el ímpetu que tenía la afición de Atotxa al animar a la Real. Había que recuperar esas sensaciones y por eso desde el consejo de Astiazarán comenzaron a trazar los primero bocetos para reformar Anoeta.

Como no podía ser de otra manera, este tipo de actuaciones siempre generan controversia en la ciudad. A quienes les gusta el fútbol lo ven con muy buenos ojos, pero los no aficionados pueden pensar que es un gasto innecesario ya que con las pistas de atletismo también se puede practicar fútbol.

Razón no les falta, a ninguno de los dos bandos. Y más teniendo en cuenta que el estadio sólo tiene 7 años de vida. El tiempo suficiente para darse cuenta de que un estadio con pistas no reúne las mejores condiciones para ver fútbol… ¿De qué lado estás?

Ese primer amago de intentar reformar el estadio de Anoeta se quedó en agua de borrajas, principalmente porque el proyecto de “Donostiarena” estaba liderado por el presidente José Luis Astiazarán, quien no tuvo todo el reconocimiento de la afición. El proyecto gustaba, pero no había unanimidad, algo que sí ha habido en 2017.

 

¿Quiénes son los dueños de Anoeta?

En este sentido, lo primero que hay que tener en cuenta es que el estadio de Anoeta es de propiedad pública y está construido sobre terreno público. Los propietarios de Anoeta son el Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno Vasco, y cualquier decisión que se tome a la hora de hacer reformas en el estadio de Anoeta hay que conseguir un consenso entre todas las instituciones. Nada sencillo, sobre todo cuando hay diferentes partidos políticos gobernando en ellas.

Donostia-San Sebastián Anoeta Stadium 1

¿Y la Real qué pinta aquí si el estadio no es suyo? Lo explicamos brevemente. Los dueños del estadio cedieron el uso del estadio a la Real Sociedad por 50 años a cambio de una renta “simbólica”.

De esta manera, la Real puede tener un lugar donde disputar sus partidos en la capital de Gipuzkoa, y a su vez, Gipuzkoa tiene un gran estadio de fútbol en la capital para albergar partidos de primera división. Es una situación que beneficia a ambas partes.

La opción de llevar el campo de fútbol a Zubieta

Son muchas las voces que durante años han sugerido que el estadio de la Real Sociedad se construya en Zubieta, sobre los terrenos cuyo propietario sí es la Real Sociedad. Construyendo aquí el estadio ya no habría problema, y no habría la necesidad de dar vueltas con la reforma del Anoeta actual. El club tendría un campo de su propiedad para siempre.

Esta situación, obviamente, tendría sus efectos colaterales negativos, ya que el campo de fútbol de la Real Sociedad dejaría de estar en Donosti, la capital, para estar en un pequeño pueblo de Gipuzkoa, como lo es Zubieta, en un lugar de difícil acceso. La Real tendría su campo, pero a su vez lo estaría alejando de sus seguidores al tener unas peores comunicaciones.

Además, hay que tener en cuenta que el 50% de los abonados de la Real Sociedad residen en Donostia-San Sebastián. Una razón de peso para que se tome la decisión lógica de mantener el campo de fútbol de la Real Sociedad en San Sebastián.

En nuestra opinión, el barrio de Amara es un enclave perfecto para ubicar el estadio de Anoeta: está dentro de la ciudad, pero en un barrio periférico. Y en el entorno deportivo de la ciudad deportiva. Sería una locura sacarlo de ahí. La reforma de Anoeta es la mejor solución para cubrir las necesidades de un club como la Real Sociedad y su masa social.

 

La reforma de Anoeta, una década olvidada en las oficinas de Anoeta.

Tras la intentona y fracaso de “Donostiarena”, durante una década la reforma del estadio parece pasar a un segundo plano. El equipo que llegó a la Champions League en 2002-2003 fue el punto de inflexión del proyecto de Astiazarán. En ese momento de subidón y con Anoeta a reventar, todo el mundo veía la necesidad de reformar el estadio de Anoeta. Pero al año siguiente las cosas no fueron tan bien como se esperaba.

Si bien es cierto que la Real Sociedad llegó hasta octavos de final de la Champios, en el torneo doméstico, la Liga, no se cosecharon buenos resultados y la Real Sociedad acabó la temporada en tierra de nadie, por mitad de la tabla. Se vendió a Xabi Alonso al Liverpool y llegó Arteta, que no triunfó en la Real. Y la temporada tampoco fue buena, esta vez ya con Amorrortu en el bamquillo.

En la afición comenzó a aparecer un sector crítico con la labor de Astiazarán y tras unas elecciones llegó el consejo de Luis Fuentes. La economía del club no pasaba por su mejor momento y se llevó a cabo la transición a Sociedad Anónima. En 2007 la Real Sociedad descendió a Segunda División, tras 40 años en primera.

En este turbulento contexto es obvio que la reforma del estadio de Anoeta pasó a un segundo plano. Lo importante era ascender al equipo cuanto antes y volver a sanear una maltrecha economía. Jokin Aperribay cogió las riendas del club y se consiguió el ascenso a primera.

Tras varias temporadas de aclimatación, el equipo va saneando sus cuentas y ganando dinero gracias a los fichajes de Griezman, Illarra y Bravo. Es cuando el presidente decide impulsar definitivamente la reforma del estadio de Anoeta.

Tras varios batacazos y obstáculos por parte de algunos partidos políticos y abogados que actuaban a título personal, todas las instituciones se ponen de acuerdo para comenzar las obras del nuevo Anoeta. En mayo de 2017 comenzaron las obras y todo está en marcha. De hecho ya están adjudicando las primeras obras a las empresas de construcción presentadas a concurso.